Un modelo socialdemócrata para una sociedad en crisis

La igualdad, la libertad, la justicia, como la educación, la salud y el bienestar no forman parte de la historia general de la humanidad, sino que se han ido conquistando a lo largo de los tiempos en contraposición con el interés particular o corporativo, para quien esos derechos suponen un impedimento para la expansión de su poder y ambiciones y para quien el ser humano es solo el instrumento para su consecución.

La defensa del ser humano y sus derechos en Europa florecieron por el esfuerzo y dirección de la socialdemocracia, ante la necesidad de conseguir un mayor desarrollo económico que a su vez velase por los intereses sociales de los ciudadanos.

Igualdad, libertad, solidaridad, educación o seguridad en el futuro individual de las personas es la misión de los partidos socialdemócratas en esta vieja Europa y en esta nueva España que conocen las personas menores de treinta años y que hemos recuperado para el bien común tras casi medio siglo de opresión y sombra.

El PSOE ha sido el generador de esa nueva savia democrática y de bienestar. Si sucumbe a la tentación de las razones económicas sin alma y no vuelve a ser motor de cambio permanente, negará su razón de ser y la sociedad renegará de él. Si sucumbe asimismo a la tentación de obviar, evitar o reprimir la participación y la autocrítica que la sociedad espera, también dejará de ser útil y necesario.

Por eso es preciso restaurar los objetivos definidos por la historia del socialismo democrático, el valor de las conquistas realizadas en su nombre y la puesta en valor nuevamente de derechos en riesgo, incluido el de libertad y justicia, como bases de los derechos sociales orientados a la protección de la persona. Hasta hora, los derechos colectivos daban un rostro humano a la sociedad; su destrucción nos llevaría al abismo. Estamos ante una aventura de destrucción colectiva en el orden económico y social, que nos obliga a avanzar en los planes de protección social, de servicio público y de fomento del empleo frente a ese gran mercado neoliberal.

Las políticas desarrolladas por el Partido Popular y otros grupos de marcado caracter conservador están generando un oscuro futuro para España en el que la nota dominante es la vuelta a un modelo ya superado en las políticas sectoriales y en las sociales.

Es necesario defender la recuperación de los referentes socialdemócratas y la redefinición nítida de esa estrategia política global

El modelo político socialdemócrata, incluso desde su perspectiva actual de crisis, mantiene intacta su capacidad de propuesta para conseguir un cambio social real, justo y equitativo
La solidez de la evolución de las políticas socialdemócratas en los últimos 30 años nos ratifica en que es bajo este modelo de acción política desde el que debemos impusar el cambio social en el futuro y a corto y medio plazo, haciendo especial hincapié en:
- El valor del modelo socialdemócrata desarrollado por el PSOE con éxito en nuestro país
- La importancia de distinguir entre Estado de bienestar y Estado social, como mejor definición de los cambios realizados por el PSOE en sus años de Gobierno y de cara a profundizar en una alternativa de futuro sólida, respaldada socialmente y sostenible en el tiempo.
- Ejercer una oposición visible que defienda dichas conquistas de los gobiernos socialistas españoles
- La defensa de los servicios esenciales del modelo socialdemócrata con una estrategia capaz de abordar la crisis económica sin un deterioro irreversible de dicha estructura básica del Estado de bienestar
- La apuesta por la fortaleza de la colaboración y elaboración de estrategias comunes entre los partidos socialistas europeos y especialmente con el SPD alemán
- La defensa de las políticas socialdemócratas como germen de una nueva Europa fuerte y como palanca para políticas de progreso en los países europeos


La educación juega un papel vital en esa recuperación de los valores y las políticas que inspiran en la búsqueda de un Estado social que España nunca debió abandonar. En este aspecto, la sostenibilidad de los servicios públicos en tiempos de crisis económica es una necesidad que se extiende al ámbito de la educación con especial significado. Por ello, propugnamos:
- La defensa del modelo educativo público planteado y desarrollado por el PSOE
- Una definición más nítida sobre el espacio de la iniciativa privada en el ámbito educativo,
- La corresponsabilidad de las familias en la sostenibilidad del modelo público para, en tiempos de crisis, mantener y extender este servicio público básico a otras capacitaciones y niveles de población

De manera especial, nuestro modelo, socialdemócrata, en materia de educación no puede relegar ni aplazar aspectos concretos de radical importancia para el sistema educativo como son:
- La lucha contra el abandono escolar
- Las políticas de lucha contra la desigualdad
- El Impulso de la formación postobligatoria
- La corresponsabilidad de las familias en la sostenibilidad del modelo público para, en tiempos de crisis, mantener y extender este servicio público básico a otras capacitaciones y niveles de población. No debe confundirse esta corresponsabilidad con los recortes realizados por el Gobierno del Partido Popular, como la disminución de las becas y el incremento arancelario en las universidades públicas, que –amen de inequitativos- se han demostrado ineficaces e ineficientes
- Una estrategia sobre la autonomía de los centros educativos
- Apoyar el modelo de escuela pública vasca impulsado desde el Gobierno Vasco por el PSE-EE, basado en el desarrollo curricular de las capacidades múltiples
- La educación en valores cívicos, democráticos y de refuerzo de los derechos humanos y la paz
 - La integración de las personas con dificultades de inserción social
- Una apuesta decidida por la aplicación de las nuevas tecnologías en las aulas
- La escuela pública vasca como instrumento al servicio de la igualdad de oportunidades
-  Defensa del modelo educativo actual contra el de “escuela pobre” propugnado por el Gobierno del PP
- Alcanzar mayores cuotas de participación y convivencia en la escuela pública vasca, alejándola de las tensiones ideológicas que el nacionalismo introduce en este ámbito como estrategia política.

De otra parte, el socialismo alavés debe afrontar un trabajo dual en favor de una sociedad más justa y libre que nunca, más acuciada que nunca en los últimos treinta años por la fuerza de la regresión económica y social, y a favor de instituciones y órganos de representación popular, entre ellos nuestro Partido Socialista de Euskadi–Euskadiko Ezkerra en Álava.

Debemos ser transparentes, participativos y centrados realmente en los intereses de los ciudadanos y ciudadanas de Álava y de los vecinos y vecinas en sus respectivos municipios.

Nuestra actividad política en las instituciones alavesas debe ser coherente con lo que decimos defender: trabajadores, estudiantes, la clase media en general deben tener un referente político que defienda sus intereses. Porque el PSE-EE ha sido más fuerte y ha tenido más capacidad de influir e impulsar los intereses de los trabajadores y las clases medias cuando ha sido vanguardia de la sociedad, sabiendo interpretar sus reclamaciones.

Los derechos sociales y el Estado de Bienestar han estado mejor defendido cuando el socialismo democrático no solo ha sido un Instrumento de llegada al poder, sino, sobre todo, cuando también ha servido como academia de pensamiento para producir ideas y soluciones, un fabricante de valores favorables a la justicia social, la igualdad y la libertad.

Creemos igualmente que la mejor historia es la que se transmite incorrupta y fidedigna de generación en generación. Por eso, la mejor sociedad es la que se construye con ideales firmes, para resolver cada momento con los criterios inquebrantables del interés social.